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Las reliquias de Santa Parascheva fueron llevadas por las principales ciudades de Iași, Neamț y Botoșani, para alentar y bendecir a los fieles en la lucha contra la epidemia

    • Foto: Doxologia

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Fieles, sacerdotes, monjes y monjas, pero especialmente pacientes, médicos y personal sanitario de los distritos de Iași, Neamț y Botoșani, recibieron ayer una muestra de aliento en el contexto de la actual crisis provocada por el coronavirus. Las reliquias de Santa Parascheva, Protectora de Moldova, fueron llevadas por las calles de las ciudades de Iași, Roman, Piatra Neamț, Târgu Neamț, Pașcani, Botoșani y Hârlău. El desplazamiento se realizó sin la veneración de los fieles a las santas reliquias, sin participación colectiva, sin oficios litúrgicos, sino respetando las medidas dictadas por la autoridad para el combate de la epidemia.

Ayer, domingo 5 de abril, con la bendición y la presencia de Su Alta Eminencia Teófano, Arzobispo de Iași y Metropolitano de Moldova y Bucovina, el arca con las reliquias de la Venerable y Santa Parascheva fue llevada por distintas ciudades y localidades de esta región.

La Patrona de Moldova fue llevada en peregrinación, durante varias horas, por las principales ciudades de los distritos de Iași, Neamț y Botoșani —Iași, Roman, Piatra Neamț, Târgu Neamț, Pașcani, Botoșani y Hârlău – así como por los diferentes poblados rurales asentados a lo largo del trayecto. El arca con las santas reliquias, colocada sobre una plataforma montada en un vehículo hermosamente arreglado con floes, fue acompañada por S.A.E. Teófano y por el padre Marian Timofte, vicario administrativo del Arzobispado de Iași.

El itinerario también incluyó, sucesivamente, varios monasterios en los tres distritos mencionados. Al pasar frente a cada iglesia, las santas reliquias fueron recibidas con el redoble de las campanas, mientras los sacerdotes salían con el Santo Evangelio en sus manos. En la Catedral Arzobispal de Roman, la procesión fue recibida por S.A.E. Joaquín, Arzobispo de Roman y Bacău. Posteriormente, las santas reliquias visitaron unas 40 iglesias parroquiales y catedrales de los decanatos de Piatra Neamț, Târgu Neamț, Pașcani, Botoșani, Hârlău y Iași, así como los monasterios Văratic, Agapia, Vorona, Popăuți, Zosin y Coșula. Emocionantes momentos representaron las breves paradas en los patios de los hospitales distritales de emergencias y de otras unidades sanitarias.

Al regresar a la Catedral Metropoliana de Iași, Su Alta Eminencia Teófano subrayó: “Ha sido un hermoso día; extenuante, sí, pero hermoso. Fueron casi 500 kilómetros a través de Moldova, deteniéndonos ante muchos hospitales e iglesias, y, de cuando en cuando, ante los pocos transeúntes que por alguna razón justificada salen a la calle. (Esta peregrinación) ha sido también el testimonio de una verdad de la Iglesia: el cristiano tiene dos armas ante cualquier circunstancia, especialmente, en las situaciones más difíciles. La primera es el arma humana. En nuestro contexto, una espada con tres filos: la distanci social, la higiene y un adecuado tratamiento médico. El cristiano tiene, sin embargo, otra arma, una que es de origen divino: la Santa Liturgia, la Confesión, la Divina Confesión, la veneración de las santas reliquias, la protección de la Madre de Dios. Porque la Iglesia es también un hospital espiritual. Y la procesión, o mejor dicho, el desplazamiento que hoy hicimos de las reliquias de nuestra Santa Madre Parascheva a través de toda esta región, es un testimonio de este hospital espiritual al que debemos acudir en todo momento, especialmente en tiempos difíciles como el que estamos viviendo”.

Durante todo el trayecto se elevaron oraciones por todos los infectados por el coronavirus, por todo el personal sanitario, por quienes garantizan el orden público y por todos los cristianos necesitados. “Debemos entender que el momento actual es uno que requiere aún más de las oraciones de los santos ante Dios, para que Él vuelva hacia nosotros Su rostro amoroso. Dos cosas se esperan: que las personas utilicen todos los medios al alcance en contra de la enfermedad; aunque este padecimiento, como cualquier otro sufrimiento, no puede ser tratado únicamente con medios humanos. Además de todo esto, y como fundamento, necesitamos la protectora Mano de Dios, que se nos muestra tanto por la intercesión de Santa Parascheva como por la de la Santísima Madre de Dios y la de todos los santos”, agregó Su Alta Eminencia Teófano.

El padre Constantino Sturzu, portavoz del Arzobispado de Iași, declaró: “El arca con las reliquias de la Venerable Santa partió en este inédito peregrinaje después de haber recibido la autorización respectiva (...) Para asegurarnos de que durante todo el trayecto no se vieran comprometidas las medidas establecidas por las autoridades para el combate de la epidemia actual, se tomó la decisión de no anunciar públicamente ni la fecha del desplazamiento, ni el itinerario. No fue una procesión en todo el sentido de la palabra, porque no se contó con la presencia de fieles para venerar las santas reliquias ni hubo participación colectiva, mucho menos la celebración de oficios litúrgicos. Así, el vehículo que portaba el arca con las santas reliquias solamente se detuvo por unos instantes ante las iglesias y hospitales. Es importante mecionar que fueron muchos los clérigos y fieles de estos tres distritos que pidieron este aliento espiritual, petición plenamnte concordante con la intención de la Metropolía de Moldova y Bucovina de facilitar esta bendición, esta presencia taumatúrgica de Santa Parascheva”.

Es la tercera vez, a lo largo de la historia, que el arca con las reliquias de Sana Parascheva sale de Iași. En estos casi 379 de años, desde que fueran traídas por el Voivoda Basilio Lupu, el arca no había dejado la Capital de Moldova sino solamente dos veces. Durante la Segunda Guerra Mundial, para salvaguardarla, el arca con las santas reliquias fue escondida en el sur del país, retornando a Iași el 26 de noviembre de 1944. Tres años más tarde, en el verano de 1947, los fieles le solicitaron a la Metropolía que las santas reliquias fueran llevadas en procesión por las localidades dañadas por la sequía y afectadas gravemente por la guerra. Entonces las santas reliquias fueron llevadas a distintos poblados de Iași, Vaslui, Roman, Bacău, Neamț y Baia.

Galería FOTO: Sfânta Parascheva și-a vizitat închinătorii