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La Santa Protectora de Moldova volvió a reunir a decenas de miles de fieles en la fiesta patronal dedicada en su honor

    • Foto: Oana Nechifor

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La festividad más grande de Moldova reunió, también este año, a miles y miles de personas en un espíritu de oración, en la Divina Liturgia dedicada a la Santa y Piadosa Parascheva (Paraskeva), el pasado 14 de octubre. La Divina Liturgia fue oficiada por una asamblea de 26 jerarcas rumanos y extranjeros, encabezados por Su Alta Eminencia Andreas, Metropolitano de Arkalochori, Kastelli y Viannos. Asimismo, en el curso de la semana comprendida entre el 7 y el 14 de octubre, más de 247 000 pasaron a venerar las reliquias de Santa Parascheva y de San Andrés de Creta, en tanto que decenas de miles más seguían esperando su turno para pasa a expresar su agradeimiento a la gran Protectora de Moldova.

Este año, la fiesta patronal de Iași reunió, en la Capital de la Moldova rumana, a cientos de miles de fieles provenientes de todo el mundo ortodoxo para honrar las venerables reliquias de Santa Parascheva (Paraskeva) y el Santo Jerarca Andrés de Creta. Miles de personas vinieron también de todos los rincones de Rumanía para participar en la Divina Litugia —en un número cercano a los 35 000 asistentes—, la cual fue oficiada por una congregación de prelados, sacerdotes y diáconos, presididos por Su Alta Eminencia Andreas, Metropolitano de Arkalochori, Kastelli y Viannos.

Además, también participaron Su Alta Eminencia Daniel, Metropolitano de Axum y Exarca de Etiopía; Su Alta Eminencia Teófano, Arzobispo de Iaşi y Metropolitano de Moldova y Bucovina; Su Alta Eminencia Esteban, Metropolitano de Chkondidi, Tsagueri y Lenteji; Su Alta Eminencia Lorenzo, Arzobispo de Sibiu y Metropolitano de Ardeal; Su Alta Eminencia Ireneo, Arzobispo de Craiova y Metropolitano de Oltenia; Su Alta Eminencia Teodosio, Arzobispo de Tomis; Su Alta Eminencia Casiano, Arzobispo del Bajo Danubio (Dunărea de Jos); Su Eminencia Qais, Obispo de Erzurum; Su Eminencia Porfirio, Obispo de Neapoleos; Su Eminencia Ignacio, Obispo de Huşi; Su Eminencia Justino, Obispo Ortodoxo Rumano de Maramureş y Sătu Mare; Su Eminencia Nicodemo, Obispo de Severin y Strehaia; Su Eminencia Antonio, Obispo de Bălți; Su Eminencia Benjamín, Obispo de Besarabia del Sur; Su Eminencia Vicente, Obispo de Slobozia y Călăraşi; Su Eminencia Andrés, Obispo de Covasna y Harghita; Su Eminencia Galactión, Obispo de Alejandría y Teleorman; Su Eminencia Néstor, Obispo de Deva y Hunedoara; Su Eminencia Jerónimo, Obispo de Dacia Félix; Su Eminencia Paisos el Sinaíta, Obispo vicario patriarcal; Su Eminencia Nicéforo de Botoşăni, Obispo vicario del Arzobispado de Iaşi; Su Eminencia Paisos de Lugoj, Obispo vicario del Arzobispado de Timişoara; Su Eminencia Damasceno de Dorna, Obispo vicario del Arzobispado de Suceava y Rădăuți; Su Eminencia Emiliano de Crișana, Obispo vicario del Arzobispado de Arad; Su Eminencia Geroncio de Hunedoara, Arzobispo vicario del Obispado de Deva y Hunedoara.

Después de la lectura del Evangelio, Su Eminencia Paisos el Sinaíta leyó el mensaje enviado por Su Beatitud Daniel, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rumana, titulado El júbilo del encuentro con los santos de Dios:

“La gran devoción del pueblo ortodoxo hacia la Santa Piadosa Parascheva se explica por medio del convencimiento y la evidencia de que ella es una “gran benefactora”, como la llamamos en su himno Acatisto. Santa Parascheva ofrece auxilio, por medio de sus oraciones, a jóvenes y ancianos, vírgenes y madres, monasterios y familias, enfermos y pobres, reuniendo en oración y en un testimonio común al clero y al pueblo, tanto de Rumanía como de otros países. Su poder proviene de su santidad y su bondad, es decir, de su amor a Dios y a los hombres. 

En este día de alegría de la fiesta de la Santa Piadosa Parascheva, protectora de Moldova y de todos los peregrinos presentes en Iaşi, le pedimos a nuestro Misericordioso Dios que, por la intercensión de Santa Parascheva y de San Andrés, Arzobispo de Creta, bendiga a todos los presentes en Iaşi, tanto a los jerarcas de la Iglesia como a los sacerdotes, los monjes y los laicos, junto con las autoridades locales y centrales, y que recompense a todos su fe, su fervor y su sacrificio, dándoles salud y salvación, paz y alegría, ¡por muchos y bendecidos años!”.

Siempre en el marco de la Divina Liturgia, Su alta Eminencia Andreas transmitió a los peregrinos un mensaje de bendición:

“San Andrés de Creta y Santa Parascheva de Epivates recibieron la Gracia del Espíritu Santo, porque vivieron en oración y se hicieron portadores de la oración que no cesa. La oración pura e incesante los hizo partícipes de los Santos Misterios de la gloria de Dios. Se convirtieron, así, en nuestros santos, en testigos de los misterios de la Iglesia y la cultura Ortodoxa.

Con mentes luminosas y un corazón puro y libre de toda pasión, hoy, en Iași, Santa Parascheva y San Andrés se han tornado y seguirán siendo receptores del misterio de la Gracia del Espíritu Santo, portadores de Dios y portadores de Cristo, orando por la paz del mundo, que actualmente es puesta a prueba en Ucrania y en el Medio Oriente, pero también por la paz en las iglesias ortodoxas.

Cuando abrimos el cofre de San Andrés de Cresta y tomamos sus santas reliquias para traerlas a Iași, de estas empezó a brotar —en presencia de todos los fieles — un perfume realmente indescriptible. Creemos que San Andrés estaba manifestando su inefable alegría por encontrarse en este mundo con el cuerpo incorrupto de la Santa y muy Piadosa Parascheva de Iași.

Con estos pensamientos y agradecimientos en el alma, nos unimos a todos los fieles y peregrinos que con esta ocasión han venido a Iași”. 

Por su parte, Su Alta Eminencia Teófano quiso expresar su gratitud a los fieles que, durante algunas horas, se unieron en oración, pero especialmente hacia aquellos que, sin importar las condiciones del tiempo, hicieron largas colas para venerar las reliquias de ambos santos: 

“Es bueno agradecer también a quienes hicieron posible la organización de esta santa fiesta patronal. En primer lugar, presentamos nuestra gratitud a Dios, Quien tiene todo en Su mano. Él entra en nuestro ser, nos perdona y, ante todo, nos ama. También le agradecemos a Santa Parascheva y a San Andrés por la oración que elevan a Dios, haciendo que el don de su oración descienda sobre nosotros. Santa Parascheva nos enseña que el camino de la oración es el reflejo del cristiano verdadero. Y San Andrés de Creta nos enseña el camino de la contrición, que significa volver nuestra mente de lo superficial a lo profundo. Es regresar la mente a la esencia, es decir, a Dios, porque tal como son nuestros pensamientos, así es también nuestra vida”. 

Hasta el sábado 14, según estimaciones de las autoridades, más de 247 000 fieles habían pasado a venerar las reliquias de ambos santos, emplazadas desde el pasado 7 de octubre en un hermoso pabellón afuera de la Catedral Metropolitana. Asimismo, el mismo día de la fiesta patronal, más de 50 000 personas seguían haciendo fila para llegar al mencionado pabellón.